Lisboa
Bienvenidos a Lisboa, una ciudad llena de encantos y rincones, que promete cautivar corazones y crear recuerdos inolvidables.
Situada en las orillas del río Tajo, la ciudad de las siete colinas ofrece una experiencia única, llena de historia, vistas impresionantes, delicias gastronómicas y mucha amabilidad.
Sus monumentos históricos dan testimonio de siglos de historia, que han forjado su identidad. Pero Lisboa es mucho más que su rico patrimonio.
Lisboa es una ciudad cosmopolita en constante evolución, que abraza el progreso sin perder su esencia. Es una ciudad llena de vida, donde tradición y modernidad se fusionan en perfecta armonía. Los barrios antiguos con sus calles estrechas y sinuosas, su arquitectura pintoresca y su animada vida nocturna fascinan a 4,5 millones de visitantes cada año.
Y, en 2024, albergará a 250 motociclistas de Indian Motorcycle de los IMRG europeos. Una cosa está garantizada: ¡será un evento inolvidable!
La Leyenda de San Vicente y los Cuervos de Lisboa
Este santo nació en la ciudad española de Zaragoza, a finales del siglo III. Cuando el emperador romano Diocleciano decidió perseguir a los cristianos, Vicente fue uno de los muchos capturados por los romanos, pero a pesar de las muchas torturas a las que lo sometieron, siempre se negó a renunciar de su fe en Dios y en el cristianismo.
Cuando murió, víctima de las torturas más brutales (entre otras cosas, fue asado en una parrilla), el cuerpo del mártir fue primero abandonado y luego arrojado al mar, flotando durante días hasta llegar a la costa cerca de Sagres, siempre acompañado y protegido por cuervos. En el lugar, donde se halló el cuerpo, se erigió una ermita dedicada a este santo, que siempre estuvo protegida por cuervos.
A finales del siglo XII, D. Afonso Henriques prometió recuperar los huesos del mártir San Vicente si conquistaba Lisboa a los moros. Lo hizo en 1173 y las reliquias del santo fueron recuperadas y traídas a la capital de Portugal y, según la leyenda, dos cuervos acompañaron la nave hasta llegar a Lisboa.
San Vicente se convirtió en el santo de Lisboa; y los cuervos y el barco, en los símbolos de Lisboa.